Pollinería andante

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Pollinería andante
Manuel Gracián
12 Dic. 2011

Desviaciones lúdicas de @AguilarCamín

Hay en nuestro País algunos pares consagrados en diversos ámbitos: Paz y Monsiváis, Slim y Salinas, Jean y Lorenzo Meyer, Krauze y Aguilar Camín, Medel y Cantinflas…son legión. Entre los políticos del momento: Cordero y Josefina, Amlo y su carnal Marcelo, Beltrones y Peña Nieto. De estas parejas es fácil comparar sus virtudes y defectos; son ampliamente conocidos en la vida pública de México. Mestrio Plutarco, griego nacido en tiempo de Claudio el Romano, autor de una serie de biografías de griegos y romanos famosos–’Vidas paralelas’–sería par y biógrafo de Krauze, o del mismo Aguilar Camín. Y posiblemente, al referirse a Héctor (el de México, Aguilar Camín), para decirlo con Esquilo podría comenzar: “Quien tendrá compañía a esta lumbrera?/ ¿Con quién se le compara? ¿Quién le iguala?” (Teseo y Rómulo, p. 3)…

En la biografía de Aguilar Camín, escrita por él mismo en Esmas.com.mx Televisa, se espigan algunos antecedentes de vida académica: “Es periodista, historiador y narrador, aunque ha declarado en público que es ‘historiador por accidente y novelista por vocación y decisión’ ”. Dice que nació en Chetumal, Qro. De ascendencia asturiana por la rama materna y mexicana, por la paterna. De larga formación jesuítica (Instituto Patria, Universidad Iberoamericana), andando el tiempo, se doctoró en Historia, en el Colegio de México.

Se ha especulado sobre aparente contubernio con los presidentes–en su momento–, Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Del primero hay un texto de El Universal donde lo señalan como beneficiario de Salinas de Gortari, según la nota de Miguel Badillo. ‘Favoreció Salinas a Aguilar Camín’ (9 Feb. 2011) http://www.eluniversal.com.mx/nacion/47393.html

Ha quedado en el escaparate imaginario del pueblo que Héctor Aguilar Camín es una especie de curador político a quien los poderosos invitan a desfacer entuertos, en los periódicos, en la revista Nexos (de su propiedad) y en Televisa. En la actualidad, da la impresión que ha sido invitado para la apología de Enrique Peña Nieto, en la poderosa red social de Twitter, por quebrantos involuntarios–del dominio público– cometidos por el candidato del PRI a la presidencia de la República. De ello da cuenta en un texto publicado en Milenio, 9 Dic. 2011, en su columna ‘Día con día’, titulado “Fuenteovejunos”.

Sin ponderar lo sucedido en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, me apego a la opinión favorable de un buen amigo, conocedor de los entresijos de la política mexicana: “Mi convicción sobre la esperanza que representa @EPN se basa en el testimonio que puedo dar sobre su talento, sensibilidad y amor por México”. Y preocupa más lo dicho por el defensor de oficio, que por el defendido.

Si fatigamos con cuidado el texto de Aguilar Camín, reconocemos de inmediato, que nunca leyó la obra de Lope de Vega, Fuente Ovejuna, de donde obtuvo el apelativo. No es el punto aclarar detalles. Pero es evidente que aquellos usuarios de twitter, quienes se atrevieron a criticar a Peña Nieto, los califica con adjetivos despreciativos e, incluso, ofensivos.

Montado en su pollino, Don Héctor recita un refrán (citado en el prólogo de la Primera Parte de Don Quijote de la Mancha), “Debajo de mi manto, al Rey mato”. Y sin acordarse de Ortega y Gasset, etiqueta a los del  twitter como “Masa individualizada”. De inmediato la califica como “ubicua y elegible…idéntica a las masas de todos los tiempo…(con) el espíritu de Fuenteovejuna, el espíritu de la impunidad anónima, vengadora y arbitraria, que lincha en grupo, que actúa sus peores pasiones en el manto protector de la masa”. Y sin mandobles, tajos y fendientes como habría dado D.Quijote al vizcaíno, reparte palos a discreción, con un bordón de guayacán de Quintana Roo.

El indignado D. Héctor refiere que “las redes sociales rebözan (¿habrá querido decir rebuznan?) fuenteovejunos”. Y apalea con gusto a los “libertarios innegociables que no se atreven a dar sus nombres”, “radicales anónimos”, “justicieros disfrazados de ciudadanos” “Paleros… justicieros…linchadores…dinosaurios de internet, falsos modernos…insobornables demócratas anónimos…cursis…Y cosas por el estilo”.

Se habrá percatado D. Héctor que la ofensiva de tweets eran emitidos por un robot cibernético de redes sociales, 2 a 3 por segundo, sin avatares distintivos? Mientras él, montado en su pollino, trataba de acallar el horrísono y espantable ruido de los tweets, el candidato a la presidencia de México dijo con sencillez: ”Un valor central de la democracia es la libertad de expresión. La crítica a quienes tienen o aspiramos a un cargo público es fundamental”.  Y continuó tranquilo su marcha hacia la presidencia.

Entonces, ¿cómo podemos entender la zurra de azotes a los fuenteovejunos cibernéticos? En su conducta, Aguilar Camín rememora la figura de Sancho Panza montado en su pollino. En 1905 un asturiano radicado en Cuba escribió un cuento titulado ‘Pollinería Andante’. En el narra las aventuras de Sancho Panza, después de la muerte de D. Quijote. Una carta escrita por el bachiller Sansón Carrasco al señor cura de Toboso, sirve de soporte literario.

La aprobación escrita por el Centro Asturiano de Cuba, para ese cuento, explica con creces la actitud y andanza de D. Héctor Aguilar Camín: “Pollinería andante: es obra de mucho entretenimiento borriquero entreverado de sana filosofía asnal (Ass-Errantry, como dirían los gringos). Eso y nada más, es el artículo Fuenteovejunos de D. Héctor Aguilar Camín: ¡Pollinería Andante!

Este texto se ha escrito en tono festivo, con el mayor respeto y sin ánimo de ofender.M.G. Campeche. 12 Dic. 2011.

Posdata: Sería lamentable que D. Héctor, por estar asendereando a los ‘fuenteovejunos’,
 se descuidara y el buen pillo Ginés de Pasamonte le robará el pollino.

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