Rescate de un hospital

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PULMOTOR

Manuel Campos I
Rescate de un Hospital
27.sep.2015

De 1961 a 1965 el Dr. Miguel Medina Maldonado ocupó el cargo de director del Hospital ´Manuel Campos´de la ciudad de Campeche. En ese lustro yo estudiaba la carrera de medicina, en la ciudad de México.

José Concepción Pinto, regidor de hospitales describía el precario estado del hospital ´Manuel Campos´ de esta manera: “Cocina: se carece en absoluto de trastes. Cuartos: se carece de bacinicas y escupideras y, lo más angustioso para los indigentes, no hay ropa para cubrir sus desnudeces. Medicinas: punto menos que negativo. Los que tienen la desgracia de ingresar por razones de notoria pobreza, tienen que apelar a algún amigo o familiar para que le consiga los medicamentos”.

Nueve años después, el 19 de marzo de 1974, fiesta de San José, recibí el nombramiento de director del Hospital ‘Manuel Campos’. Había terminado mi formación de pregrado en la UNAM y de postgrado en el Instituto Nacional de la Nutrición ´Salvador Zubirán´ y en el Instituto Nacional de Cardiología ‘Ignacio Chávez´. Traía la encomienda de mis dos maestros fundadores, mejorar los campos clínicos y, con el apoyo de éllos, fundar la Facultad de Medicina de Campeche. El gobernador de entonces, Rafael Rodríguez Barrera y su hermano el Dr. Ramón Rodríguez Barrera me hicieron el encargo de rescatar el nosocomio y transformarlo en un hospital digno de Campeche. Y comenzaron su apoyo indefectible para fundación de la escuela de medicina.

A grandes rasgos, la estructura operativa del Hospital era de fantasía. Un área de 8 habitaciones para la atención privada de pacientes ginecoobstétricas, sostenida por un benefactor, Don Alvaro Arceo Gómez. Otro sector de 10 cuartos privados, para los pacientes particulares que pudieran cubrir sus servicios hospitalarios; tambien eran usados para pacientes del ISSSTE. Cuatro años antes las instalaciones albergaban, subrogado al IMSS. Para el año de 1976, el presidente municipal en turno, remodeló un sección para atención de los niños enfermos.

En un segundo piso, la morgue del hospital bajo la responsabilidad de la procuraduría estatal. Y como en los hospitales franceses del siglo XIX, pabellones de hombres y mujeres; me recordaban aquella novela de Somerset Maugham ´Servidumbre humana´. Condiciones sumamente precarias. Muchos pacientes durante la mañana salían del nosocomio a mendigar limosnas y, antes de la comida, regresaban a sus respectivas camas de hospital. Destacaba un gigante abandonado, como testimonio de su fracaso, un pulmotor, de enormes dimensiones, inservible, que a pesar de su tecnología, no pudo salvar la vida de su adquiridor. Cada día una religiosa encendía el artefacto, por si alguna vez era utilizable, ante alguna urgencia respiratoria, del tipo de Guillain-Barrè.

Médicos de gran calidad humana laboraban sin emolumentos y atendían misericordiosamente a los pacientes indigentes; Luís González Francis, Longinos Apolinar Amábilis, Salvador Pacheco,Víctor Rivero, Carlos Talango, Fito Romero, Pablo Montero Flores, Erbé Hurtado Estrella, entre los más destacados. En ese tiempo, la estricta reforma del hospital, forzó la fundación de dos clínicas privadas: Clínica del Bosque y Clínica Campeche. Ahora la Clínica del Bosque es el hospital de la Armada.

El servicio de enfermeras estaba formado en su gran mayoría por personal habilitado y algunas auxiliares de enfermería. El grupo era coordinado por religiosas teresianas: tres de ellas, enfermeras tituladas. Comenzaron a llegar algunos médicos internos, entre ellos el gran Tito Ramos Palencia,  Oscar Muzquiz, y muchos más.

¿Cuándo se fundó el ´Manuel Campos´? ¿Cómo se sostenía, casi de milagro?¿Por qué la gente, a pesar de los pesares, acudía al nosocomio con confianza? ¿En qué forma se organizó su funcionamiento como nosocomio moderno, de buena calidad? ¿De que manera se amalgamó la atención de lo servicios médicos con la enseñanza-aprendizaje de la medicina? ¿Por qué si antes era el Hospital de San Juan de Dios, le cambiaron el nombre a Manuel Campos?

Hay personas que han trabajado en la historia de la medicina en Campeche,  antaño y hogaño. Son muy conocidas. A ellas les remito. Esta trilogía es una invitación parta hacer conciencia de la necesidad de contar con un auténtico hospital funcional, en particular para los que menos tienen, sin la burocracia horripilante de Indesalud y la SSa.

Aún más historias.- M.G. septiembre de 2015.

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